Ayer fue el primer día del jardín infantil de mi hijo en China, cuidado por mi esposa que fue contratada como educadora. Fue un gran error. El resultado fue tan desastroso que ambos tuvieron que retirarse de ese jardín privado.
Este jardín infantil tiene un estilo de educación que entra en conflicto con nuestros valores familiares. Como padres, creemos que es importante crear las oportunidades para que nuestro hijo pueda por sí mismo conocer la naturaleza y el ambiente que lo rodea, de poder tener ideas propias y ser respetado al expresarlas, y de poder adquirir habilidades de acuerdo a su propio desarrollo. Durante el primer día en el jardín, estando en el grupo de 2 a 4 años, vimos cómo otras educadoras retaban y restringían a los niños que corrían durante el tiempo libre; en la hora de clases los obligaban a sentarse sin poder moverse y los callaban cuando hablaban; los hacían dibujar de la misma manera como lo hacía la educadora y colorear con el mismo color; y cuando las educadoras querían tomar un descanso, encendían el televisor para que los niños vieran el supuesto material educativo.
Mira los dibujos que hicieron los niños de 5 años: paraguas de la misma clase, del mismo color, con el mismo tipo de lluvia. Si no fuera porque los paraguas tienen diferentes tamaños y posiciones (la distribución de las gotas también es distinta), diría que fuera dibujo de una misma persona. Creemos que la creatividad de los niños es muy importante. No estamos creando robots que cumplen una misma función. No tiene sentido «enseñar» a dibujar a los niños, creando copias exactas del mismo paraguas. No digo que esté mal hacer notar a los niños las partes que conforman un paraguas, o que noten que una flor tiene pétalos, pistilo y estambres para que dibujen, no digo que esté incorrecto si un niño desea primero copiar para entender cómo se dibuja, pero de que obliguen a respetar las figuras y colores ya no está bien.
Creemos que la disciplina es importante, pero no debe ser forzada, sino cultivada. Se puede obligar a un niño de 3 años a sentarse quieto y derecho, ¿pero qué ventaja le otorgará al respetar una regla sin saber el fundamento? No estamos creando soldados, estamos cultivando nuestro futuro, y eso se tiene que hacer con paciencia y amor. Mi hijo juega con cuchillos, tijeras y enchufes bajo nuestra supervisión. ¿Suena peligroso? Pues, en nuestra opinión, nuestro hijo algún día va a tener que usar esas herramientas, y como ya tiene la habilidad motora necesaria, consideramos mejor el guiarle y enseñarle bajo nuestra supervisión cómo usarlo de forma segura en vez de correr peligro por su propia cuenta.
En fin, ayer fue un día que nos hizo reflexionar mucho sobre la elección del jardín. Diferentes jardines infantiles tienen diferentes estilos, por lo tanto, es muy importante evaluarlo estando en supervisión por un tiempo, para poder elegir el parvulario que tenga estilo de crianza similares de los padres.