China como es una de las grandes potencias mundiales, me daba la ilusión de que contaba con un buen sistema de salud, por lo menos comparándolo con Chile. Sin embargo, cuando tuve que ir al hospital para una revisión médica, mi ilusión se fue destruyendo poco a poco desde que mis pies pasaron el marco de la puerta del hospital.
A diferencia de Chile y EEUU, para cualquier atención médica en China, es necesario que pagues primero. Sea que alguien esté por dar a luz, se esté desangrando o sufriendo un infarto cardíaco, se debe pagar, pues, sin pago no hay atención. El problema no es el costo, ya que la atención médica en China es muy barata (puedes tener una consulta médica pagando solamente $ 250 pesos chilenos), sino que cuando realmente es una emergencia, los médicos actúan solamente si presentas el comprobante de pago, el que por supuesto, puedes tenerlo después de hacer la fila.
Este es el segundo piso, donde se encuentra una multitud de personas, definitivamente hay demasiados chinos. Me dirijo hasta el consultorio donde me corresponde y me percato de que la puerta está abierta. Los pacientes están haciendo fila desde el interior, justo por detrás del paciente que le toca la consulta.
Resulta que a pesar de que la fila era larga, no me tocó esperar mucho tiempo para sentarme frente al médico. Respondo al médico de por qué había venido al hospital (aún a pesar de la falta de privacidad), y rápidamente me da una orden de laboratorio y me despacha.
Uhmm, desde que me senté y me paré no logré calentar la silla ni siquiera un poco. ¿Dónde están las preguntas de mis antecedentes? ¿Dónde está mi examen físico? Decepcionado, me fui a hacer nuevamente la fila para pagar el laboratorio y tomar la muestra.
En la tarde, teniendo el resultado de laboratorio en mi mano, fui a la consulta nuevamente. Sí, soy médico y puedo interpretarlo sin la necesidad de recurrir a otros colegas, sin embargo, es mejor que lo interprete el médico tratante y lo importante es que registre en mi historial para alguna futura referencia en caso de extravío.
Pasando por el área de internado, se ve que en el corredor hay pacientes con sus camillas portátiles arrendadas, incluso pacientes embarazadas y en puerperio. Como ya no hay tanta gente haciendo fila, y fui el último en entrar a la sala, aproveché el tiempo para aclarar todas mis dudas. Resulta que, un médico en China tiene que atender alrededor de 100 pacientes antes del almuerzo. En mi experiencia de las consultas externas en Bolivia, en el mismo periodo atendía máximo 20 pacientes. Los médicos chinos están atendiendo 5 veces la cantidad que se atienden en Bolivia.
¿Y como está el salario? El médico inclinó sus cejas, mostró una risa de ironía, y prefirió no comentar al respeto. Teniendo la curiosidad, me metí a buscar el salario promedio mensual de médicos de los hospitales públicos en China: equivalente a $ 650 000 pesos chilenos. Lo que resulta más sorprendente, es que de los hospitales privados ganan aún menos, ¡$ 459 000 mensual!
Ese día para mí fue una experiencia muy distinta a lo que se ve en Sudamérica. Admito que fue aterrador al principio, y se ven muchos fallos en el sistema: el costo bajo de una consulta médica permite que los pacientes acudan al médico por síntomas insignificantes, probablemente por falta de conocimiento general sobre enfermedades prevalentes; la cantidad de paciente no está permitiendo a los médicos chinos realizar una investigación completa e integrada; sin esta investigación previa, se tiene que recurrir a extensos laboratorios, llevando a una sobrecarga para personales de ese servicio; que a su vez genera que se presenten resultados falsos positivos, llevando a tratamientos innecesarios, afectando así la calidad de vida de los pacientes.
La situación de los médicos en China es un problema muy complejo, que tal vez podría mejorar con la educación de los pacientes. ¿Qué opinas?